En los próximos 15 años el consumo de energía eléctrica se duplicará en el mundo según datos de la Agencia Internacional de Energía, ya que las tendencias marcan un aumento en:
- El uso del auto eléctrico que reemplazará a los vehículos de combustión interna.
- La ola de automatización y robotización
- El internet de las cosas
- Las ciudades inteligentes y el acceso a más de un dispositivo personal
Es innegable que el crecimiento económico, el desarrollo y la competitividad de un país están ligados al sistema eléctrico nacional.
La electricidad genera bienestar para los ciudadanos, ya que permite mover maquinaria, encender lámparas y conectar computadoras y aparatos en la industria, comercio y oficinas que generan empleos, por lo tanto, el sector eléctrico es CLAVE para el crecimiento y futuro de México.
Por si esto fuera poco, la energía eléctrica es un sector totalmente transversal qué afecta a todos los sectores productivos, afecta al acero al sector automotriz, telecomunicaciones, hotelero, agrícola, espacial, comercio y así podríamos seguir con una larga lista de sectores que están afectados por la competitividad y confiabilidad del suministro eléctrico.
Pero también afecta nuestra vida cotidiana ya que depende de diferentes servicios para atender nuestra salud, alimentación, educación, seguridad, esparcimiento, entre otros, y muchos de estos servicios necesitan de una infraestructura SEGURA Y CONFIABLE que responda a las necesidades de todos.
Sin “luz” (electricidad), muchas personas en México no tienen acceso a estos derechos básicos y dedican horas o incluso días para buscar agua y alimentos frescos, lo que impacta de manera negativa en su salud, en sus estudios y condenándolos a una vida llena de carencias y sin oportunidades.
Gracias a que puedes disfrutar del derecho a la información y a la educación, a partir de hoy puedes cambiar la vida de un niño o niña sin acceso a la electricidad, desconectando tus aparatos eléctricos cuando no los uses para que esa electricidad llegue a quién tanto lo necesita.
Todos estamos conectados: lo que pasa en el otro lado del mundo, te afecta a ti, a tu familia.